¿Qué es la Inteligencia emocional?
La inteligencia emocional, es la habilidad que se tiene de reconocer, entender, usar y controlar las emociones de manera positiva. Esta habilidad no solo nos permite reconocer nuestras propias emociones sino también las de las personas que nos rodean.
Gracias a esto, podemos utilizar la inteligencia emocional como una guía para nuestras acciones y forma de pensar que nos permite liberarnos del estrés, comunicarnos efectivamente, desarrollar empatía hacia los demás, superar los retos y neutralizar situaciones de conflicto.
Características de la inteligencia emocional
HABILIDADES
BENEFICIOS
1. Habilidad de controlar impulsos y emociones.
2. Capacidad de reconocer las propias emociones.
3. Capacidad de reconocer las emociones de los demás.
4. Habilidad para construir buenas relaciones.
1. Buena toma de decisiones, compromiso y adaptabilidad.
2. Autoconfianza y capacidad para reconocer fortalezas y debilidades.
3. Empatía alta y capacidad de entender las dinámicas sociales.
4. Buena comunicación, capacidad para motivar, trabajo en equipo y buena gestión de conflictos.
1. Conciencia de uno mismo
Consiste en la habilidad de entender cuáles son nuestras propias emociones y el efecto que estas tienen en otras personas. Los líderes que poseen este componente son sinceros, tienen una gran confianza en sí mismos y saben reconocer sus fortalezas y debilidades.
2. Autorregulación
Como su nombre lo sugiere, la autorregulación es la capacidad que se tiene para controlar y regular impulsos que pueden generar un efecto negativo. En otras palabras, la autorregulación consiste en la capacidad que se tiene de pensar antes de actuar.
Los líderes que cuentan con esta capacidad se destacan por su capacidad para trasmitir confianza, manejar situaciones ambiguas y estar abiertos al cambio.
3. Habilidades sociales
Se trata de ser capaz de interactuar correctamente con quienes nos rodean, independientemente del lugar y la situación. La verdadera comprensión emocional implica algo más que la comprensión de nuestras propias emociones y los sentimientos de los demás, también tiene que ver con ser capaz de poner en práctica esta información en nuestras interacciones y comunicaciones diarias.
4. Empatía
La empatía es la capacidad de entender los sentimientos de otros, es absolutamente fundamental para la Inteligencia Emocional. Pero esto implica algo más que ser capaz de reconocer los estados emocionales de los demás, también implica dar respuesta a las personas basándonos en esta información. Si percibimos empáticamente que alguien se siente triste o desesperanzado, seremos más capaces de influir en la forma de responder a sus emociones. Podremos mostrar nuestra preocupación y haremos un esfuerzo para mantener ayudarle a sentirse mejor en estos momentos.
5. Automotivación
La motivación intrínseca también juega un papel clave en la Inteligencia Emocional. Las personas que son emocionalmente inteligentes suelen estar motivadas por cosas más allá de las meras recompensas externas, como la fama, el dinero o el reconocimiento social. Pueden sentir una genuina pasión que les lleva a cumplir con sus propias necesidades y objetivos internos. Buscan cosas que les conducen a recompensas internas y se involucran en experiencias que les lleven a sentirse bien consigo mismas.
¿Qué papel juegan las emociones en el ámbito laboral?
Podríamos decir que el ambiente laboral es el agua en la que están sumergidos nuestros empleados:
- Si hierve, es decir, si está caldeado, las emociones de nuestros empleados se dispararán y podrán tener resultados peligrosos.
- Si está demasiado frío, las emociones de nuestros empleados apenas se moverán y no habrá motivación.
Lo ideal es que el ambiente laboral se mantenga a una buena temperatura, es decir, que permita que las emociones surjan y se muevan, pero sin llegar al punto de descontrolarse. Así es como realmente conseguiremos que nuestros empleados estén felices y motivados.
¿Cómo afecta la inteligencia emocional a las operaciones de una empresa?
Cuando no alcanzamos nuestro objetivo a la primera, es habitual que nos frustremos y nos desmotivemos. A no ser que tengamos bien entrenada nuestra inteligencia emocional en el trabajo, en cuyo caso podremos echar mano de nuestras capacidades de afrontamiento, de resiliencia y de automotivación para continuar perseverando con ganas hasta haber alcanzado lo que nos habíamos propuesto.
En este sentido, es importante que el departamento de recursos humanos vigile de cerca el nivel de motivación de los empleados y los anime cuando los ánimos decaigan. Si se rinden, el objetivo nunca se alcanzará y eso puede afectar a las operaciones de una empresa.
¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional en la empresa?
Para poder desarrollar la inteligencia emocional en la empresa es preciso saber dónde se encuentra el nivel y cuáles son las fortalezas y debilidades de la organización en este plano. La autoconciencia es la base de la inteligencia emocional tanto a nivel individual como organizacional. No puede crecer y desarrollar algo a menos que sea consciente de ello y conozca las causas fundamentales. Por suerte, existen varias formas de evaluar la situación de una empresa en términos de inteligencia emocional.
Para inculcar la inteligencia emocional en la cultura del negocio, las personas de todos los niveles deben aprender las habilidades de la inteligencia emocional y aplicarlas en las áreas clave de desarrollo que se identifiquen durante la fase de evaluación. La forma de hacerlo puede ser:
- El primer paso es identificar los comportamientos clave que impulsarán los resultados que se desea alcanzar. Por ejemplo, si el objetivo es desarrollar una cultura rica en retroalimentación, las personas deben demostrar el comportamiento de intervenir y no evitar las conversaciones de retroalimentación. Deben modelar esa cultura al no ponerse a la defensiva cuando reciben comentarios.
- Conviene empezar por arriba. Si los líderes de la empresa no se comprometen o, lo que es más importante, no están demostrando los comportamientos clave por sí mismos, es muy difícil lograr que el resto de la organización se involucre.
- Proporcionar comentarios positivos cuando las personas demuestren su inteligencia emocional. Los seres humanos están programados para anhelar la validación, por lo que puede usar eso para ayudar a impulsar los comportamientos que se está tratando de incorporar en la cultura.
- Incluir este tipo de comportamientos en el proceso de gestión del desempeño. Esto demuestra que su empresa se toma en serio recompensar tanto los resultados que las personas logran como el cómo los logran.
- Brindar capacitación en este tipo de habilidades. La inteligencia emocional no es una habilidad innata; es una serie de conocimientos, comportamientos y estrategias basados en cómo responde nuestro cerebro bajo presión que se pueden aprender.
- Aprovechar las evaluaciones 360. Tenemos puntos ciegos en nuestra conciencia de nosotros mismos. Una evaluación 360 grados ayudará a las personas a reconocer tanto sus fortalezas como sus oportunidades para desarrollar los comportamientos clave que se desea integrar en la cultura.
La gestión de las emociones es la base de la capacidad de las personas para ser ágiles y estar abiertas al cambio, colaborar, brindar retroalimentación, asumir riesgos, gestionar conflictos y actuar bajo presión. Cuando las emociones no se saben gestionar, ello impacta negativamente las relaciones y el trabajo en equipo, sofoca la innovación y afecta negativamente al desempeño de una organización.
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